En la zona noroeste, a 25 kilómetros de Corfú, se encuentra la ciudad de Paleokastritsa, Παλαιοκαστρίτσα en griego, nombre que evoca al pequeño y antiguo castillo, referido al cercano Angelokastro, una de las localidades más famosas de la isla, muy concurrida sobre todo por su mar de color turquesa intenso. La ciudad se asoma a una atractiva bahía con forma de trébol rodeada de colinas cubiertas por bosques y olivos. Muchas las playas, al menos una docena entre arenosas y de piedras, algunas accesibles sólo en barca pero muchas equipadas con sombrillas y tumbonas, donde poder admirar una puesta de sol ¡magnífica!.
En Paleokastritsa se encuentran todo tipo de servicios: además de numerosas tabernas, posee supermercado, tiendas y muchos bares. Para vuestra estancia podréis elegir entre una amplia gama de precios y con vistas que van del mar a la montaña y, para los más afortunados, ambas dos.
Según la Odisea, aquí se podría encontrar el palacio de Alcínoo, el rey de los Feacios.
Es fácil llegar en coche a Paleokastritsa, basta con seguir la numerosas indicaciones de tráfico a partir de la carretera principal de la ciudad e Corfú. Podéis elegir entre pasar a través del paso Troumpetas, justo por encima de la carretera hacia Sidari, y admirar el hermosísimo paisaje que os acompañará.
En esta localidad se encuentra el castillo de Angelokastro, construido por Michelangelo I, príncipe del Epiro. Los 10 minutos de subida a pie están recompensados por una magnífico panorama.
Fundado en el doscientos sobre un alto en una pequeña península, desde la que se puede disfrutar de un paisaje encantador. Admirable el techo de la iglesia.
Desde la aldea de Lakones podréis disfrutar de una espléndida vista sobre la bahía, especialmente fascinante durante la puesta de sol y por la noche.
Existen dos playas en Corfú que llevan el nombre de Agios Giorgios. A sólo 30 minutos de coche desde Paleokastritsa se encuentra la del norte, un litoral de arena dorada de 5 kilómetros de longitud con un excelente centro de buceo.